La pedagogía religiosa del arte románico en el norte de Aragón. Un apasionante descubrimiento.
El románico es mucho más que un estilo artístico, es todo un estudio de pedagogía aplicada. Aquellos artistas fueron capaces de plasmar en la piedra, en las pinturas, en miniaturas, etc., toda una serie de mensajes para que los que lo vieran, comprendieran.
Para comprender lo que supuso el románico tenemos que tener las claves necesarias para poder interpretarlo. Debemos tener un conocimiento riguroso de lo que significaba el cristianismo, de su forma de entender la fe y la vida, puesto que en ese momento iban estrechamente ligadas. Sin unos conocimientos mínimos y básicos de cultura religiosa, no solo no podremos entender el estilo románico en profundidad, sino que también cojeará nuestro conocimiento de la historia en esta época.
Es fundamental, por tanto, poner en valor la formación en cultura religiosa, entre todos aquellos que por su profesión van a tener que estar en contacto con nuestro patrimonio cultural, estudiantes de arte, de magisterio, de geografía e historia, de turismo, etc. Los prejuicios contra la religión nos están haciendo perder la cultura religiosa y eso, indiscutiblemente, acarrea un grave empobrecimiento cultural y, por qué no decirlo, personal.
Pero creo que eso no sería suficiente, aún hay que ir un paso más allá y, por ello, reivindico la importancia de trabajarlo en profundidad desde la escuela, que es la plataforma perfecta para rellenar esas lagunas y, a la vez, conseguiríamos dignificar la asignatura de religión, cara a los más críticos con ella. Conseguiríamos darle el valor que realmente se merece, al convertirla, además de todos los valores que ya posee, en una herramienta imprescindible para descubrir las claves que nos permitan entender el arte religioso y, por lo tanto, la vida, la sociedad, el pensamiento y la historia de los que desarrollaron un determinado estilo artístico, en este caso, el románico.
Con este trabajo he pretendido crear una herramienta que facilite el descubrimiento de la riqueza que tenemos “al alcance de la mano”. Poder exprimir el hecho de encontrarnos en un lugar privilegiado para comprender lo que supuso el arte románico, la relación que tiene con el origen de Aragón, así como su estrecha vinculación con la historia, la fe y la cultura. Por estas tierras se pasearon condes, reyes, reinas e infantes haciendo crecer este reino, y no podemos permitirnos empobrecer el legado que nos dejaron; y es que solo hay una manera de que protejamos nuestros tesoros, nuestro patrimonio, y es desde el conocimiento. Porque, como se suele decir, la ignorancia es muy atrevida.
Los docentes tenemos una gran responsabilidad. Es imprescindible contagiar a los jóvenes con las ganas de descubrir sus raíces, su patrimonio. Despertar en ellos inquietudes. Que disfruten el recorrido por los legados que les dejaron sus antepasados, como si de una maravillosa aventura se tratase. Debemos animarles a hacer ese viaje en el tiempo. Tenemos la obligación de ayudarles a descifrar los secretos del románico; con fe o sin fe, a descubrir el sentido de la trascendencia; acercarles al sugestivo mundo de la simbología; hacerles creer en el valor de la humanidad. Pero, sobre todo, tenemos que ser capaces de hacerles sentir orgullo de sus raíces y de su patrimonio, solo así serán capaces de disfrutarlo, protegerlo y ponerlo en valor, y quién sabe si, de paso, experimentarán el encuentro con Dios.