Diálogo o violencia
Hoy, en la política catalana y española, no paramos de escuchar hablar de la necesidad del diálogo para encarar el conflicto catalán, aunque este no se acaba de establecer nunca. De hecho, hacer política es dialogar, transigir, ceder, y el contrario del diálogo es la violencia, que no admite matices y que no transige en nada.