Donald Trump, 47 presidente
¿Quién es Donald Trump? ¿Cómo puede afectar su presidencia en el mundo actual? Hay libros que los buscas y que no siempre los encuentras a la primera. Hay libros que los encuentras sin buscarlos. Suele sucederme cuando entro en una biblioteca y veo en los expositores una serie de obras que están ante la vista de todos. Hace un par de meses vi un libro de Mary L. Trump. El título llamaba la atención: Siempre demasiado y nunca suficiente. El subtítulo aun más: cómo mi familia creó al hombre más peligroso del mundo. La autora es la única sobrina de Donald Trump, que el pasado 20 de enero juró su cargo como 47 presidente de los Estados Unidos de América en una larga ceremonia. En este libro, Mary presenta con crudeza su situación familiar. Su óptica analítica, como persona implicada en el entramado familiar, se mezcla con su aguda capacidad de psicóloga, avalada por un doctorado en esta especialidad. Desmenuza el comportamiento de su tío sin edulcorantes: «Donald comenzó a darse cuenta de que no había nada que pudiera hacer mal, así que dejó de intentar hacer algo 'bien'.» Este libro me ha dado la oportunidad de adentrarme en su biografía con argumentación sólida y profunda. Es importante conocer a los líderes mundiales por su repercusión a nivel internacional. Preocupa que el ego presidencial sustituya el programa político y supedite la democracia a sus antojos. El sufrimiento que ocasione puede ser inmenso.
¿Cómo nos afecta su presidencia de los EE. UU.? Los grandes mandatarios están pendientes de sus movimientos. Unos, para contrarrestarle. Otros, para desarrollar políticas similares, especialmente en los movimientos migratorios. Las deportaciones ya han comenzado. El tablero internacional del ajedrez político, económico y social puede saltar por los aires. Dos voces proféticas nos ayudan a considerar estos hechos desde una óptica humanista y evangélica. El papa Francisco alimenta la esperanza e interpela la conciencia. En una carta a Trump, denuncia estas políticas: «Construya una sociedad más justa, sin odio ni exclusión». Francisco nombró a principios de enero al cardenal Robert McElroy, un defensor de los migrantes y crítico de Trump, como nuevo arzobispo de Washington. Algunos periódicos han anunciado una lucha de titanes sobre derechos humanos y movimientos migratorios, que afectan a las clases más pobres. Dicho cardenal afirma que una deportación masiva de inmigrantes en todo el país sería algo incompatible con la doctrina católica. La obispa episcopal Mariann Edgar Budde se dejó oír en su magnífica homilía, que causó desagrado en Trump, presente en la catedral episcopaliana de Washington. Habló a favor de la unidad en la diversidad y de las clases más necesitadas, así como su contribución al bien común. Un texto precioso para una lectura y meditación altamente recomendables para todos. El papa Francisco y la obispa Mariann Edgar Budde representan un dúo de voces proféticas que se inspiran en el evangelio de Jesús de Nazaret a favor de la dignidad de todas las personas, sin olvidarse para nada de los pobres y de las minorías. Nosotros, ¿qué contribución podemos realizar aquí y ahora?