Antoni Matabosch: “Hablo de toda una generación, a partir de mis vivencias"
Antoni Matabosch Soler acumula sabiduría y trayectoria dentro de la Iglesia. Este cura de Barcelona nacido en 1935 ha tenido varios cargos destacados como delegado de Pastoral Universitaria durante dieciséis años, delegado del Apostolado Seglar durante doce años, director del Instituto Superior de Ciencias Religiosas de Barcelona durante diecinueve años, presidente de la Fundación Joan Maragall durante veinticuatro años, delegado de economía del obispado de Barcelona, así como miembro de grupos ecuménicos y de diálogo interreligioso. Ahora, a sus 88 años, acaba de publicar La penúltima palabra. Memorias para una Iglesia renovada, editado por Viena Ediciones. Una obra que compila toda una vida que es reflejo de toda una generación.
Hombre del Concilio Vaticano II, de gestos políticos meditados, y con tres referentes claros como son Juan XXIII, el cardenal Martini, y el papa Francisco, Matabosch en sus memorias regala verdaderas perlas que dejan entrever la persona ante los cargos. La primera homilía que pronunció fue la del funeral de su padre. Arenys de Mar es su primer amor pastoral. En Bossey se convirtió al ecumenismo de por vida, y defiende que la fe “se transmite no por normas, sino por contacto, por ósmosis de una vida creíble”. Si un día desaparece, apunta en su libro, lo encontrarán a Roma.