Cerramos la V Semana Bíblica Virtual con los misioneros claretianos
Del 4 al 8 de noviembre de 2024, la Provincia Claretiana de Centroamérica, en colaboración con el ISCREB, organizó la quinta edición de la Semana Bíblica bajo el tema central: "Hacia una espiritualidad sinodal". Durante esos días, se profundizó en la escucha activa, la participación comunitaria y la conversión personal y colectiva, en sintonía con el llamado del papa Francisco a construir una Iglesia más abierta, inclusiva y orientada a la misión. Escribe sobre esta iniciativa Giselle Zamora, miembro del Centro Bíblico de Costa Rica y una de las participantes de este evento.
“Durante esta semana, se reflexionó y se aprendió sobre el caminar juntos y juntas como Iglesia, respondiendo al llamado del papa Francisco para redescubrir nuestras raíces a través de la escucha, la participación y la comunión, impulsados por el Espíritu Santo.
Monseñor Ángel Garachana profundizó en la necesidad de una conversión personal, comunitaria, pastoral y misionera, que comienza con un encuentro auténtico con Cristo. Esta conversión debe llevarnos a participar activamente con los demás, dejando atrás el egoísmo y buscando siempre el bien común. También destacó la importancia de una renovación constante de la Iglesia, que incluye el ecumenismo, y subrayó que la comunión con Jesucristo genera la transformación de los discípulos, llevándolos a renunciar a aquello que impide una verdadera unidad en Cristo y con los hermanos y hermanas.
Justino Martínez hizo un recorrido por el libro de los Hechos de los Apóstoles, reconociendo los desafíos que enfrentó la Iglesia primitiva en su camino de comunión y de anuncio del Evangelio. Puso énfasis en la importancia de la escucha, dirigida a todas las Iglesias, y en la necesidad de celebrar la fe con alegría y pasión por el Reino, viviendo y testimoniando en comunidad.
Marisa Melero centró su reflexión en el libro de los Números, destacando cómo el pueblo de Israel, en su camino hacia la Tierra Prometida, superó crisis de fe, confianza y liderazgo. Este proceso requirió decisiones comunitarias, adaptación y solidaridad. De igual forma, la Iglesia actual está llamada a construir espacios de fraternidad, justicia y organización, confiando en el acompañamiento constante de Dios y su misericordia.
María Gloria Ladislao destacó el papel del profetismo en la Biblia y la importancia de integrar las figuras femeninas dentro de esta narrativa. Subrayó que el Espíritu de Dios actúa libremente y genera profetas y profetisas en cualquier contexto, destacando la necesidad de una Iglesia inclusiva que valore la diversidad de carismas.
La semana concluyó con la intervención de la hermana Altagracia González, quien, desde su testimonio como facilitadora en el Sínodo, subrayó el valor de la escucha activa en el proceso sinodal. Describió la conversación como un acto de conversión hacia el otro, una dinámica comunitaria que requiere apertura a nuevas ideas y experiencias, construyendo una Iglesia circular donde todos tienen voz.
Gracias a todas las personas que participaron, esta Semana Formativa ha sido un éxito. Que esta experiencia nos inspire a fomentar una Espiritualidad Sinodal en nuestras familias y comunidades, aprendiendo a caminar juntos y juntas hacia el futuro".
En resumen, la V Semana Bíblica de la Provincia Claretiana de Centroamérica, en alianza con el ISCREB, ha sido un espacio privilegiado de reflexión y aprendizaje que ha invitado a profundizar en la espiritualidad sinodal. Las ponencias y testimonios compartidos han contribuido a entender que caminar juntos y juntas como Iglesia es un proceso que exige escucha activa, conversión continua y un compromiso con la comunión y la misión.
Este es un camino hacia la renovación pastoral y comunitaria, un llamado a construir una Iglesia más inclusiva, participativa y en sintonía con los desafíos del mundo actual. Ahora es el momento de llevar estos aprendizajes a la práctica, tejiendo relaciones basadas en la solidaridad, la justicia y la fraternidad, y testimoniando con alegría y esperanza la presencia viva de Cristo en nuestras comunidades.