Acaba con éxito la primera edición de la Escuela de Campaneros de la Vall d’en Bas
Víctor Rodríguez - Catalunya Religió "Demos gracias y agradezcámonos", así se expresaba Pere Domènech, párroco de Olot, al dirigirse al público que esperaba para disfrutar de la muestra de toques. Y es que este pasado sábado, una cincuentena de personas, entre amigos, vecinos y curiosos, se reunieron alrededor de la iglesia de Sant Romà de Joanetes para escuchar los diferentes toques manuales de campanas que se han enseñado durante esta primera edición en la Escuela de Campaneros. La muestra estuvo a cargo de los primeros alumnos que el sábado terminaban el curso después de casi un año formándose.
Los diversos toques de gloria, de difuntos, tritllos o de bautizos, se complementaban con las presentaciones de Xavier Pallàs, impulsor y director de la escuela, y de Ramon Gené, presidente de la Cofradía de Campaneros y Carillonistas de Cataluña. El alcalde de la Vall d'en Bas, Lluís Amat, municipio al cual pertenece Joanetes, comenzaba el acto emocionado al ver cómo un proyecto iniciado con Xavier Pallàs terminaba con éxito y quedaba consolidado para el futuro. En su discurso, remarcaba la necesaria y buena entente y colaboración que ha habido entre Xavier Pallàs como impulsor, el Ayuntamiento por un lado y el obispado de Girona por el otro, cediendo el uso del campanario para las clases prácticas.
Un campanario restaurado
Para cumplir con todas las medidas de seguridad, primero era necesario que el campanario de Joanetes fuera seguro y accesible, razón por la cual el último año ha sido restaurado y mejorado. Se han mejorado los suelos, los accesos, la iluminación y la electrificación, y se han instalado barandillas.
Además, las cuatro campanas han sido revisadas constantemente tanto en los yugos, como en los badajos y palancas, una revisión que ha estado a cargo de la empresa Rifer-Rocafer, especialista en campanas, y bajo la supervisión del mismo Pallàs.
Una formación reconocida
El Instituto Superior de Ciencias Religiosas de Barcelona ha reconocido a la escuela de campaneros con una certificación propia, considerando a los dieciocho participantes como alumnos de extensión universitaria con un reconocimiento de dos créditos "por su calidad y contenidos", como decía en su discurso el director de esta institución y párroco de la parroquia de Sant Medir de Barcelona, Ramon Batlle, quien fue el encargado de entregar los diplomas.
El curso, de una duración de 50 horas lectivas, ha contado con la colaboración de la Cofradía de Campaneros y Carillonistas de Cataluña y ha realizado dos sesiones prácticas en los campanarios de Cervera y de Sant Esteve de Olot además de las del campanario de Joanetes. Las sesiones mayoritariamente han estado a cargo de Xavier Pallàs, pero se han contado con sesiones de temática especial a cargo de personas de reconocido bagaje como Daniel Vilarrúbias, Nil Rider, Jordi Font, Jesús Martínez, Ramon Gené o Blai Ciurana.
La lluvia no impide la clausura
Un gran aguacero caía del cielo justo cuando la muestra de toques había comenzado y el público, situado en la plazuela de la iglesia como si se tratara de una sesión de cine al aire libre, tuvo que resguardarse en el interior del templo. La lluvia alteró el orden del acto, pero no el acto en sí porque, terminada la cortina de agua, se pudo continuar con la muestra, que terminaría a las dos del mediodía y que se pudo seguir en directo por Instagram.
Dentro de la iglesia se hizo entrega de los diplomas a los 18 alumnos del curso de este año y se aprovechó para pedir el testimonio de otros campaneros para que contaran sus recuerdos y también proyectos, como los que se están llevando a cabo actualmente en el campanario de la catedral de Vic o en el de Santa María de Mataró.
Revitalización de las campanas y de los campanarios
"Cada campanario debe tener su campanero", este podría ser el lema de la escuela que lleva el nombre de "Llorenç Llongarriu", una figura que Xavier Pallàs siempre ha reivindicado porque fue el último campanero de Joanetes. Es por eso que los alumnos, venidos de poblaciones muy diversas como Roses, Sant Hipòlit de Voltregà, La Garriga, Prats de Lluçanès, Hostalets d'en Bas, Olot o Hostalric, entre otras, tienen la misión de poder recuperar los toques manuales en los campanarios de sus parroquias.
Indudablemente, muchos de estos procesos conllevan un proyecto general de restauración y acondicionamiento de los campanarios —a menudo sucios y poco accesibles— junto con una actualización de las campanas, así como un trabajo más profundo como es la búsqueda de los toques propios de cada población.
2ª edición ya a la vista
"Para el próximo curso dejaremos apuntarse a nueva gente", decía Xavier Pallàs, consciente de que muchos de los participantes de esta primera edición querrían repetir de nuevo tras haber disfrutado tanto del curso. Lo cierto es que en esta primera edición solo se pudieron apuntar dieciocho personas, que divididas en tres grupos y turnos, han recibido las clases formativas un sábado al mes.
En lista de espera, quedaron más de cincuenta personas, una parte de las cuales se espera poder acoger en la próxima edición.