“Asistir a las clases a última hora de la tarde ha formado parte de mi rutina diaria, después de mi jornada laboral habitual, con el incentivo de encontrar espacios de debate y crecimiento personal y grupal, siempre alrededor del hecho religioso y en un ambiente familiar y de acompañamiento profundo en la fe. Desde el primer día hasta el último, no dejo de recomendar a más y más conocidos que se atrevan a apuntarse a esta aventura del saber y a formar parte de esta familia del ISCREB.”
Autor
Antoni Manzanera