La Iglesia en el mundo contemporáneo según Gaudium et spes del Vaticano II
Mn. Vicent Benedito Morant fue el ponente de la cuarta jornada de teología de este curso, en el Seminario Diocesano, en Ciudadela. Trató el tema “La Iglesia en el mundo contemporáneo según Gaudium et spes del Vaticano II”. La periodista Sonia Febrer Romero lo entrevista en la Hoja Dominical del Obispado de Menorca.
¿Cree que Gaudium et spes sigue siendo un documento actual para la Iglesia del siglo XXI?
Absolutamente sí, al menos por dos motivos. En primer lugar, porque parte de una concepción de la relación de Dios creador y salvador con el mundo que es completamente válida en la sociedad actual. La participación del orden natural de la creación, y, por tanto, también del ser humano en el orden y la vida de Dios es la fuente verdadera de la dignidad humana. Esta dignidad es el único fundamento verdadero de unos derechos humanos universales, y estos derechos son la condición de posibilidad de la construcción de una humanidad mejor. Por otro lado, el documento avanza movimientos que entonces eran incipientes y que hoy son fuente de nuevos hitos. Pensemos en todo lo relacionado con la globalización, el intento de evitar guerras, o las controversias bioéticas, económicas y culturales que estamos viviendo hoy en día.
En el camino sinodal que vivimos, ¿qué recursos nos aporta este documento?
Uno de los más importantes sería el de la coparticipación en las decisiones, fruto de aquel viejo principio que las constituciones de los Dominicos, hechas por San Ramón de Penyafort rescataron del Derecho romano: “Lo que a todos afecta debe ser tratado por todos”. Pero también una revalorización de la verdad que está ya inserta en la misma realidad de las cosas y que es presencia del Espíritu Santo que nos capacita para acoger al Verbo. Por tanto, participación y verdad no pueden estar contrapuestas. Se trata de una participación con los corazones abiertos a la verdad que es la que crea comunión.
¿Qué esperanza comunica a nuestro mundo el principio de la Gaudium et spes?
La esperanza de un Dios que se hace presente en su creación y, por tanto, en sus hijos, y que nos lleva a la felicidad. Es cierto que la presencia de Dios en la creación está limitada por nuestra propia naturaleza, y el uso mejor o peor que podemos hacer de ella. Sin embargo, parte de que, más allá de nuestras limitaciones y dificultades, Dios se manifiesta a través del bien que somos capaces de hacer a los hermanos y a la creación entera. Además, él mismo completará su obra que, mediante la resurrección de Jesucristo, está llamada a vencer la muerte y el pecado.
¿Qué le aporta como cristiano el estudio del Concilio Vaticano II?
El Vaticano II es un concilio de talante pastoral, por lo tanto, nos lleva a la verdad de la fe ya definida, pero con una proposición comprensible a nuestro mundo actual.