El presente trabajo sobre el agua y la mujer a la Biblia es un análisis bíblico que me lleva a hacer una reflexión espiritual que intentaré recoger en las conclusiones. Las motivaciones que me han llevado a hacer este trabajo, nacen de la experiencia personal de hacer una tarea del hogar: ir casi cada día a por agua de una cisterna pluvial que tenemos a un jardín para beber la comunidad; para ir tengo que hacer el recorrido de un centenar de pasos.

Esta tarea, entre otras medidas, nació como respuesta a la prisa de concienciar el hecho que el agua era uno de los recursos naturales escaso: en Menorca llueve poco y las reservas se agotan. Este hecho nos llevó a abrirnos a un nuevo sentir a la ecología, que requiere nuevas maneras de situarse ante la realidad cotidiana. De entrada me pareció que este gesto ya era suficiente. Pero no fue así.

Este cambio exterior pedía ir más adentro. Entonces me pregunté si en las Escrituras habría de haber motivaciones para el cuidado de la naturaleza; si en los relatos bíblicos encontraría fundamentación para una nueva sensibilidad ecológica y si las mujeres tendríamos una vinculación especial.