Un poco más huérfanos
El P. Cebrià M.Pifarré i Clapés, monje benedictino del Monasterio de Montserrat, nos ha dejado en la vigilia de la Epifanía del Señor de este año. Que repose en la paz del Señor. Nosotros aquí nos hemos quedado un poco más huérfanos.
Un poco más huérfanos... de su maestría de vida, aquella maestría delante del que te sabías comprendido y valorado como es necesario desde tu interior hasta el precio de no valorarse él mismo. Maestría de la vida sacado del evangelio y que con finura y serenidad te sabía acompañar y conducir si era necesario en la vida. ¡Y con amor!
Un poco más huérfanos... de su sabiduría, aquella sabiduría tan humana forjada en la radicalidad del desierto espiritual y del cenobio conventual, aquella sabiduría hija del trabajo silencioso y constante, abnegada y exigente. ¡Un maestro espiritual!
Un poco más huérfanos... de su profunda inteligencia, adquirida y trabajada, siempre insatisfecha, siempre deseosa de crecer.
Un poco más huérfanos... de su palabra, predicada, enseñada, hablada, escrita, callada, sabia, siempre dialógica. En el Iscreb lo sabemos y lo agradecemos infinitamente.
Un poco más huérfanos... de él, “padre de la iglesia”, profundo conocedor y amantes de los “Padres de la Iglesia”, padre del desierto y de la asamblea litúrgica, de la comunidad y de la vida. Nos ha dejado una obra maestra, catalana, nacida ya clásica. ¡Extraordinaria!
Un poco más huérfano... cosa que quiere decir que ahora nos corresponde un poco más “padres” porque hemos sido un poco hijos, discípulos, amigos, hermanos...
Sus exequias se celebraron al día siguiente de la Epifanía. Dios mismo se ha vuelto a dar a conocer un poco más. Desde aquí agradecemos¬¬¬ a Dios su vida y le pedimos que le de la Vida como oro, incienso y mirra.