Osiris, el sentido de la vida en Egipto a través del mito
El 6 de abril, a las 10:30h, en la Sala sant Jordi, Pilar Casals ha hablado del mito de Osiris. Este mito refleja cómo respiraba y latía la antigua civilización egipcia. En él se vertebra la monarquía y la vida Más allá. El acto se ha realizado dentro del marco del Diploma de Mitologia y Simbología. Si no pudistéis seguir la ponencia, podéis recuperarla en el vídeo que insertamos debajo de este texto.
Según la tradición del Antiguo Egipto, hace muchos años, existieron unos seres divinos con los que empezó la vida.
La primera divinidad se llamaba Aton, que era el dios encargado de la luz. Aton se encontraba solo y por esto decidió crear de dos costillas suyas una divinidad hombre, y una divinidad mujer. Shu era el hombre y dios del aire, y Tefenet era mujer y diosa del agua.
Shu i Tefenet se conocieron, se casaron y tuvieron dos hijos, Geb y Nut. Geb era el dios de la tierra y Nut era la diosa del cielo. Ellos también se casaron y tuvieron 4 hijos: Osiris, Isis, Seth y Neftis.
Osiris era un dios que representaba todos los valores positivos: la paz, el amor, la amistad; mientras Seth representaba todo lo contrario: la ambición, la envidia, la crueldad. Osiris era también el dios de la tierra fèrtil y negra, mientras Seth era el dios del desierto.
Osiris era muy querido porque representaba la vida, la bondad y Seth era un dios muy temido porque representaba la muerte. Seth tenía mucha envidia de Osiris y esta envidia lo condujo a hacer un mal que todos los egipcios han lamentado siempre.
Seth decidió matar a Osiris, y para hacerlo decidió organizar una gran fiesta. Una noche invitó a mucha gente a esta fiesta. El mismo fabricó, en secreto, una caja muy bonita de madera buena, de oro y de joyas. Esta caja tenía la medida exacta de Osiris. Durante la fiesta anunció a los invitados que quien cupiera en la caja, se la llevaría como regalo.
Todos probaron a meterse en la caja, pero en vano: para unos la caja era demasiado grande, para otros demasiado pequeña. En el momento que Osiris se metió dentro, los amigos de Seth lo encerraron y tiraron la caja al río Nilo.
La fuerza del agua empujó la caja río abajo y pronto desapareció de la vista de Seth.
Cuando Isis se enteró de lo que habían hecho a su marido, se puso muy triste y empezó a buscarle por todo Egipto. Isis se transformó en un pájaro muy grande y voló por todas partes hasta que lo encontró. ¿Dónde? En el Líbano. ¿Cómo es que Osiris llegó tan lejos? El agua del Nilo hizo que la caja bajara el Mediterráneo hasta llegar al Líban.
Isis encontró el cuerpo de Osiris dentro de la caja. Estaba tan feliz de haberlo encontrado, que lo abrazó y con este abrazo le devolvió la vida. Isis se quedó embrazada y los dos volvieron a Egipto y vivieron todo el tiempo escondidos cerca del Delta del Nilo.
Pero las noticias llegaron a Palacio de Seth, el cual, otra vez, mató a Osiris. Pero esta vez no lo puso en una caja, sino que lo cortó a trocitos y lo escampó por todo Egipto para que su cuerpo no pudiera recomponerse. Este hecho tan salvaje siempre ha sido lamentado por el pueblo egipcio.
Isis, con su hijo pequeño Horus, intentaron recuperar las piezas del cuerpo de Osiris, pero no encontraron una parte que se había comido un pez. Entonces Isis no pudo devolver la vida al cuerpo de Osiris, que se quedó como el dios de los muertos y el cementerio.
Seth continuó como rey de Egipto, porque Horus, el rey legítimo, era demasiado pequeño. Cuando Horus se hizo mayor empezó a luchas contra Seth. Horus tenia forma de Halcón y Seth tenía forma de cocodrilo. Los egipcios siempre tienen miedo del cocodrilo porque es el animal de Seth. El cocodrilo egipcio tiene muchas similitudes con el dragón de San Jorge.
Al final de la lucha ganará Horus, y Horus empezó a gobernar Egipto con amor y así se acabó el miedo y el odio. Desde aquel día todos los hombres y las mujeres de bien intentan que en el mundo no haya ni miedo, ni odio.
Fuente original del artículo: http://www.xtec.cat/~mgirona1/modul6/isis.htm